El campeón uruguayo, Nacional, se estrenó en la Copa Libertadores de América 2010 con una agónica victoria 3-2 sobre el subcampeón ecuatoriano Deportivo Cuenca en partido del Grupo 6 disputado este jueves en el Parque Central de Montevideo ante 20.000 espectadores.
En su decimocuarta participación consecutiva en el certamen, el once charrúa saltó al campo de juego acelerado e impreciso, generando la primera aproximación al gol a los 18 minutos con un derechazo cruzado desde el borde del área mayor del argentino Angel Morales.
De su lado la visita, que toma parte de la competición por séptima vez, logró ponerse en ventaja en su primera estocada a fondo tras un descuido defensivo local, que dio paso a la asistencia de Juan Guerrón para que José Granda (25) le diera destino de red al balón con toque corto desde el punto penal.
Nacional, tricampeón continental (1971-1980-1988) y semifinalista de la pasada edición, igualó la contienda en el amanecer del segundo acto con un potente frentazo del ex atacante del Valencia Mario Regueiro (46), luego de un córner servido por ‘Matute’ Morales.
El período complementario transcurrió entre la ansiedad ‘tricolor’ por revertir el trámite y los recaudos del elenco ecuatoriano por contener el asedio rival.
Bajo esa escenografía, matizada por contragolpes de Gabriel Méndez y Luis Escalada, nuevamente Regueiro (65) apareció por detrás de los zagueros para marcar junto a la raya de gol la segunda conquista.
Empero, Cuenca hizo gala de su alto porcentaje de efectividad y solo dos minutos más tarde volvió a equilibrar las acciones por intermedio de Escalada (67), quien libre de marca anotó el segundo gol visitante, luego de que la pelota se estrellara en el horizontal enviada por John García de tiro libre.
La contienda se sentenció recién a 5 minutos del final, desde los doce pasos, producto de una infracción de Arlin Ayoví sobre Sebastián Coates, que el árbitro chileno Enrique Osses sancionó con tiro penal.
‘Matute’ Morales, con implacable ejecución al palo opuesto al elegido por su compatriota Esteban Dreer, rubricó la trabajosa imposición de los dirigidos por Eduardo Acevedo.
El compromiso, de alto voltaje, deparó asimismo instantes de máxima emotividad en tiempo de reposición, cuando el recién ingresado Darwin Caicedo estuvo a punto de abrochar el 3-3 para un meritorio equipo ecuatoriano, que conciente de sus limitaciones, explotó sus virtudes y puso en jaque al favorito.
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