Le ganó por 2-1 a Olimpo en el Sur con goles de Erviti -penal- y García. Delorte, a los 20 segundos, había abierto el marcador para la visita.

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DELIRIO. El ingresado García festeja el segundo tanto.

Había comenzado complicada la mañana para Banfield. A los 20 segundos, en la primera acción del partido, Galván habilitó a Delorte. El lungo aprovechó la siesta de los centrales del equipo local, las dudas del arquero Bologna y la mandó adentro de cabeza. Recién se estaban acomodando. La maldición del Taladro no terminó allí. Barraza y el debutante Carrusca dejaron la cancha a los 15 y 23 minutos por lesión. No era la mañana de Banfield.

Pero el local, que ya no tiene al estratega James Rodríguez ni al movedizo Sebastián Fernández, todavía conserva a Walter Erviti. El enganche se puso el equipo al hombro y los de Falcioni comenzaron a resurgir. Avisó Barrales con un cabezazo que Tombolini mandó al tiro de esquina. Luego, a los 26, Casais tocó a Barrales dentro del área y Loustau sancionó penal. Dudoso. Erviti no falló: fuerte al palo opuesto del arquero.

El envión de Banfield no se quedó allí. A los 35, en una jugada de pelota parada, Dos Santos se la bajó a García (ingresó por Carrusca) y el delantero, también de cabeza, la empujó a la red. Con el oficio que lo caracteriza, el Taladro daba vuelta la historia un partido que estaba difícil.

En el complemento, Banfield le regaló la pelota a Olimpo. El conjunto bahiense creció y se hizo dueño del mediocampo. Rolle, el goleador del equipo en la B Nacional, tuvo más participación pero nunca llegó a inquietar al arquero Bologna. De Felippe movió el banco y puso en la cancha a Furch, un delantero de buena contextura. Pero el ingresado aportó apenas un cabezazo muy suave que se fue desviado.

Los últimos minutos transcurrieron entre la desesperación de Olimpo, que regresó al fútbol grande, y la capacidad de Banfield para aguantar el resultado. Erviti, con detellos de su calidad, fue lo mejor de la cancha. "No me merezco tanto cariño", dijo la figura al término del partido, cuando los hinchas le brindaron una cálida ovación.

Aguante olimpo pero boe banfield los cagó.