Jugados los primeros 16 encuentros, dos por cada zona, Sudáfrica 2010 exhibe mucho entusiasmo en las tribunas, pocos goles y menos juego. La victoria lograda esta noche por Uruguay, ya por la segunda fecha, permite soñar con una mejoría.

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
CATEGORIA. Ante Corea del Norte, Maicon hizo uno de los goles más lindos en lo que va del Mundial.

Escasa cantidad de goles, actuaciones poco felices de los candidatos y casi ninguna figura para destacar. La primera fecha del Mundial de Sudáfrica, que se completó esta tarde con la victoria de Suiza sobre España, no dejó demasiados elementos como para el entusiasmo. Sin embargo, la victoria de Uruguay sobre Sudáfrica, ya por la segunda fecha, permite mantener la ilusión en alto.

A lo largo de los primeros 16 partidos se marcaron 25 goles, algo así como un gol y medio por juego. Con el agravante de que cuesta encontrar golazos. Acaso el de Sudáfrica ante México (el de Tshabalala, el primero del Mundial) o el de Maicon ante Corea del Norte. Demasiado poco.

Sobraron en cambio los centros a la cabeza del rival, los choques llenos de potencia y carentes de talento y, lo que es peor, sobró cautela en los planteos de los entrenadores. Es cierto: hubo quienes, por tradición o por poderío, tomaron la iniciativa. Argentina, Inglaterra, Alemania, Holanda, Brasil, España. Pero se vio más voluntarismo que precisión.

A la hora de buscar candidatos, cuesta tanto encontrarlos como recordar túneles o rabonas. Alemania goleó a una pobre Australia, pero anotó cuatro goles como ningún otro. Holanda dejó la sensación de que se guardó cosas, pero así y todo -y sin Robben- dejó atrás con sencillez a Dinamarca 2-0. Brasil ganó pero sufriendo más de la cuenta. Argentina empezó bien pero durmió una siesta que casi le cuesta dos puntos...

Y para colmo, Inglaterra se empató sola gracias a su arquero Green. Y España... mejor olvidar pronto la actuación del candidato de la cátedra.

Quedan algunos elementos auspiciosos: la búsqueda obsesiva del Chile de Bielsa, aun con las limitaciones que le impone un plantel sin la jerarquía necesaria para sueños mayores. La vocación agresiva de la Argentina de Maradona, pese a su falta de equilibrio. La madurez holandesa, el atrevimiento paraguayo del comienzo, la osadía suiza de a ratos.

Y para los americanos, un dato para el entusiasmo: de los ocho seleccionados participantes, sólo uno cayó en el debut, y por culpa de otro equipo del mismo continente. Además de Chile, vencedor de Honduras, ganaron Argentina y Brasil e igualaron México, Uruguay, Estados Unidos y Paraguay. Si se añade la victoria uruguaya ante Sudáfrica, ya por la segunda fecha, el panorama es aún más interesante.

Tal vez tenga razón Marcelo Bielsa. Esta tarde, el rosarino sostuvo que, al ver enormes festejos después de cada triunfo de primera rueda, tiende a pensar que “hay mucha presión por el debut y seguramente veremos mejores partidos más adelante”. Ojalá. A lo mejor Uruguay comenzó a darle la razón esta noche.