Todo el plantel del primer rival de Argentina juega fuera de su país. Tiene buenos delanteros y su esquema preferido es el 4-4-2. La defensa es su punto flojo.

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LEJOS DE ARGENTINA. Los africanos se entrenaron a más de 600 kilómetros de Pretoria, el bunker argentino.

Ya no falta casi nada. A 4 días del debut, en el horizonte se divisa al primer rival del Grupo B. Nigeria estará el sábado en el Ellis Park de Johannesburgo ante el equipo argentino, una Nigeria que no es la misma en cuanto al nivel futbolístico que aquella de la Generación Dorada que ganó los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 y que dos años antes ya había exhibido su estilo atildado en el Mundial de Estados Unidos 94.

Todo el plantel nigeriano juega fuera de su país. Está desperdigado por las principales Ligas de Europa (especialmente la inglesa) aunque en la última temporada ninguno de sus jugadores logró deslumbrar. Encima, John Obi Mikel, volante del Chelsea que asomaba como el probable conductor, no se recuperó de una seguidilla de lesiones y se quedó sin Mundial.

Posee buenos delanteros este equipo del sueco Lars Lagerback, quien con poco tiempo de trabajo intenta modificar el esquema. De un 4-3-3 pasó a un 4-4-2 en el último amistoso contra Corea del Norte, anteayer en Johannesburgo, con victoria nigeriana por 3 a 1. Rodolfo Zapata, quien dirige en Nigeria al Sunshine Stars, le contó a Clarín que "es un equipo con buenas individualidades pero sin un sistema consolidado de juego y con problemas defensivos. Seguro que van a jugar de contraataque y si meten un gol, de contra son temibles". Peter Odemwingie, delantero del Lokomotiv de Rusia, es una de las esperanzas ofensivas y le dijo hace un par de días al sitio oficial de la FIFA. "Espero que les juguemos de igual a igual y marcarle goles. Creo que ahora tenemos los jugadores que hacen falta para vencer a Argentina".

Víctor Obinna, del Málaga español, fue clave en las Eliminatorias como atacante, pero ahora lo utilizan arrancando desde más atrás. La línea de ataque se completa con Yakubu Aiyegbeni, del Everton inglés. Alternativas sobran: esperan en el banco el veterano Nwankwo Kanu, de 33 años, que puede actuar adelante o como organizador. Y también Obafemi Martins, relegado por sus problemas físicos.

Distinto es el panorama a la hora de defender. La defensa es un punto flojo que pueden explotar los delanteros argentinos con su velocidad y habilidad. Los laterales son duros y van bastante al ataque. Muestran dificultades por el lado de Daniel Shittu, Alto y corpulento (mide 1,91, pesa 101 kilos) es recomendable encararlo en el mano a mano. Más firme es Joseph Yobo.